Los derechos constitucionales de los ninos autistas se estrellan contra la realidad en Cuba

Dos madres en Cuba han denunciado la exclusión de sus hijos con autismo del sistema educativo, resaltando una grave violación de los derechos constitucionales de las personas con discapacidad en la isla.

Según el reporte de Diario de Cuba, estas madres comparten sus experiencias de lucha y frustración al intentar acceder a una educación adecuada para sus hijos. A pesar de que la Constitución cubana garantiza el derecho a la educación, la realidad se presenta como un obstáculo insuperable.

Las familias enfrentan un sistema que no está preparado para atender las necesidades específicas de los niños autistas. La falta de recursos, capacitación de docentes y programas inclusivos se evidencian en el relato de estas madres.

Una de ellas menciona que su hijo ha sido rechazado en varias escuelas, lo que ha llevado a una desesperante búsqueda de alternativas educativas. La otra madre también destaca que el apoyo psicológico y pedagógico es prácticamente inexistente, lo que agrava la situación.

Este fenómeno no solo afecta a los niños autistas, sino que refleja una falta de atención a los derechos de las personas con discapacidad en general. La exclusión en el ámbito educativo es un síntoma de problemas más profundos en la sociedad cubana, donde la falta de políticas efectivas de inclusión se enfrenta a la realidad de las familias que buscan un futuro mejor para sus hijos.

Este caso llama la atención sobre la necesidad urgente de reformas sistémicas en el sistema educativo cubano, que aseguren el acceso y la inclusión de todos los estudiantes, independientemente de sus capacidades.

La situación expuesta por estas madres subraya la importancia de un enfoque más humano y adaptado a las necesidades de todos los niños, destacando que la educación debe ser un derecho universal y no un privilegio.

La lucha de estas madres es un recordatorio de que, a pesar de las promesas constitucionales, la implementación efectiva de los derechos aún está lejos de ser una realidad en Cuba. La visibilidad de estas voces es crucial para generar un cambio y fomentar una sociedad más inclusiva y justa.